El miércoles 2 de octubre de 1968, en la Plaza de las Tres Culturas de la Unidad Habitacional Nonoalco-Tlatelolco, ya pasadas las 17:30, poco después de que desde el tercer piso del edificio Chihuahua los oradores en la tribuna dieran por concluido el mitin y de que anunciaran que, debido a la presencia militar en la zona, no se haría la manifestación al Casco de Santo Tomás del IPN (tomado por el ejército desde el 23 de septiembre), se vieron en lo alto unas luces de bengala e inició el asedio y los disparos, cundió el terror, la refriega y la estampida de la gente (“aproximadamente diez mil personas”: jóvenes, adultos, adolescentes, niños, mujeres, ancianos).
Los soldados y policías de civil y guante y blanco (el Batallón Olimpia) salieron de apartamentos del edificio Chihuahua y de su camuflaje entre la multitud; detuvieron a los estudiantes de la tribuna y bloquearon los accesos al edificio. Hubo tal gritería, tal turbulencia de masas y tal confusión entre los destacamentos armados que fue ineludible el cruce de balas entre los de guante blanco, los militares, los granaderos, los policías y los francotiradores.(González Omar, 2021)
 |
JAVIER BARROS SIERRA, RECTOR DE LA UNAM, A LA CABEZA |
El movimiento estudiantil de 1968, tuvo también carácter social, ya que además de participar los estudiantes universitarios, preparatorias y vocacionales entre otros, se unieron profesores, obreros, amas de casa, sindicatos e intelectuales tanto de la Ciudad de México como del interior de la república.
Lo que ocurrió opacó la política oficial de promoción internacional del País, ya que por primera vez en la historia una ciudad latinoamericana sería la encargada de organizar los Juegos Olímpicos, esa fecha ya estaba acordada para la matanza de Tlatelolco, del 2 de octubre de 1968. (Merino Merino Abigail, 2021)
En 2018, el titular de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV), Jaime Rochín, precisó que la CEAV se había reunido con víctimas de la masacre del 68 y ex dirigentes estudiantiles en busca de la reparación del daño y una disculpa pública por parte del Gobierno federal. Asimismo recomendó al Estado mexicano
Reconocimiento de que las acciones del gobierno, entonces encabezado por Gustavo Díaz Ordaz tuvieron impacto y daños en el acto individual y colectivo al señalar a los estudiantes por su ideología;
Implementación de medidas de satisfacción de carácter colectivo mediante la Colección M:68 recopilación de decenas de documentos que dan cuenta de los movimientos sociales de la década de los 60, con lo que se busca permitir la reconstrucción de los hechos; y
El pleno reconocimiento de que las medidas de satisfacción colectiva no condicionan ni extinguen el derecho de las víctimas a tener acceso a la reparación total del daño.(Matanza de Tlatelolco | Comisión Nacional de los Derechos Humanos - México, 2021)
Como podemos ver en este pequeño resumen de aquella trágica noche jamás lo olvidaremos.
Ahora bien al leer cada uno de estos pequeños fragmentos citados podemos darnos cuenta de que en ese tiempo existieron grupos sociales, por un lado se encontraba el grupo de los militares, formado por soldados del gobierno, podemos decir que este grupo era formal ya que el ejercito fue formado para cumplir con tareas especificas, en esta siempre hay un superior y los subordinados que cumplen con lo que se les indica; por el otro lado se encontraban los estudiantes un grupo informal, ya que surgió de forma espontanea como resultado de una situación; estos son grupos de interés ya que se unieron estudiantes para enfrentar un mismo problema, buscando un objetivo en particular. (Merino Merino Abigail, 2021)
No hay comentarios:
Publicar un comentario