Este blog está creado para contar la historia acerca del movimiento estudiantil de 1968, aquel que se convirtió en un fenómeno político nacional y que hasta el día de hoy causa gran estruendo en nuestros corazones. Hoy en día, muestra gran parte de nuestra cultura mexicana y gracias a el, el despertar de la sociedad hacia un cambio.
LA BATALLA DEL POLITÉCNICO
LA MANIFESTACIÓN DEL 27 DE AGOSTO
La espectacular marcha del 27 de agosto marcó el punto más alto en la capacidad organizativa del movimiento estudiantil. También exhibe de manera dramática sus límites y fisuras; los primeros errores en la conducción del Consejo Nacional de Huelga; la sombra de los servicios de inteligencia gubernamentales; y la estrategia mediática de las autoridades, que optaron por el control cada vez más directo de las coberturas fotográficas cotidianas y permitieron la existencia de espacios alternos marginales a través de la publicación de algunas imágenes en algunas revistas ilustradas semanales de alcances limitados.
La última semana de agosto parecía propicia para la negociación
entre el gobierno y el Consejo Nacional de Huelga (CNH). El primero se había
comunicado telefónicamente el 22 de aquel mes a través de la Secretaría de
Gobernación con algún representante del Consejo para manifestar su disposición
para abrir algunos de los puntos del pliego petitorio a la discusión. La
respuesta del máximo órgano estudiantil fue convocar a una segunda marcha
multitudinaria el día 27 y exigir la realización de un diálogo público entre
los representantes gubernamentales y una comisión de 36 representantes del
Consejo, seis por cada uno de los puntos del pliego petitorio, con una
cobertura periodística y radiofónica en vivo del episodio. La expectativa del
encuentro se mantuvo en la esfera pública durante varios días y se esfumó en la
madrugada del 28 con la intervención de las fuerzas armadas para dispersar la
guardia que los estudiantes decidieron montar en el Zócalo para exigir el
diálogo público con Díaz Ordaz el día del informe y con la evidente
articulación de una estrategia represiva gubernamental ejecutada en las horas
posteriores al desalojo. (Del Castillo, A. 2009)
La marcha del 27 partió del Museo Nacional de Antropología y
desembocó en el Zócalo. Reunió a cerca de 300 mil personas y transcurrió en
términos pacíficos, exhibiendo el enorme poder de convocatoria logrado por el
Consejo en apenas tres semanas de existencia. En el mitin se leyeron varios
discursos y durante el transcurso del mismo se izó en la asta bandera un trapo
rojinegro en sustitución del lábaro patrio. Al final, Sócrates Campos Lemus,
uno de los líderes estudiantiles, arengó a la multitud y propuso la provocadora
idea de dejar una guardia de tres mil estudiantes para exigir el diálogo
público con Díaz Ordaz en el Zócalo capitalino el día del informe presidencial.
Cerca de la una de la mañana intervino el ejército para dispersar a los
estudiantes y recuperar el control de la plaza.
La cobertura de la prensa sobre la marcha, que en esta ocasión
mostró su perfil de manera más clara y contundente, con vínculos más sólidos de
colaboración con el gobierno, se alineó a la estrategia gubernamental y a la
teoría de la conjura.
Lo primero que llama la atención es que la mayor parte de los
periódicos dieron prioridad al capítulo del desalojo de los estudiantes del
Zócalo a la una de la mañana como nota principal, desplazando la información
gráfica sobre la marcha a las páginas interiores. De esta manera, el gobierno
capitalizó la torpe decisión política del CNH sobre la permanencia de una
guardia de estudiantes en el Zócalo. Como en un operativo previo concertado
entre la prensa y el Estado, se minimizó el peso político de la enorme
manifestación y se centró la atención en la provocación de los estudiantes. Si
tomamos en cuenta que el cierre de la incorporación de fotos se realizaba en
condiciones normales a las once de la noche, llama la atención la disposición
de la prensa en su conjunto a utilizar un material que registró acciones
ocurridas entre la una y las tres de la mañana. Se trata de un hecho que sólo
puede explicarse por la preeminencia de determinados factores políticos y la
instrucción de ciertos lineamientos gubernamentales a los directores y dueños
de los medios. ( Del Castillo, A. 2009)
Si buscas referenciar esta entrada aqui te la dejo.
LA NOCHE DE TLATELOLCO
El miércoles 2 de octubre de 1968, en la Plaza de las Tres Culturas de la Unidad Habitacional Nonoalco-Tlatelolco, ya pasadas las 17:30, poco después de que desde el tercer piso del edificio Chihuahua los oradores en la tribuna dieran por concluido el mitin y de que anunciaran que, debido a la presencia militar en la zona, no se haría la manifestación al Casco de Santo Tomás del IPN (tomado por el ejército desde el 23 de septiembre), se vieron en lo alto unas luces de bengala e inició el asedio y los disparos, cundió el terror, la refriega y la estampida de la gente (“aproximadamente diez mil personas”: jóvenes, adultos, adolescentes, niños, mujeres, ancianos).
Los soldados y policías de civil y guante y blanco (el Batallón Olimpia) salieron de apartamentos del edificio Chihuahua y de su camuflaje entre la multitud; detuvieron a los estudiantes de la tribuna y bloquearon los accesos al edificio. Hubo tal gritería, tal turbulencia de masas y tal confusión entre los destacamentos armados que fue ineludible el cruce de balas entre los de guante blanco, los militares, los granaderos, los policías y los francotiradores.(González Omar, 2021)
El movimiento estudiantil de 1968, tuvo también carácter social, ya que además de participar los estudiantes universitarios, preparatorias y vocacionales entre otros, se unieron profesores, obreros, amas de casa, sindicatos e intelectuales tanto de la Ciudad de México como del interior de la república.
Lo que ocurrió opacó la política oficial de promoción internacional del País, ya que por primera vez en la historia una ciudad latinoamericana sería la encargada de organizar los Juegos Olímpicos, esa fecha ya estaba acordada para la matanza de Tlatelolco, del 2 de octubre de 1968. (Merino Merino Abigail, 2021)
LA OCUPACIÓN MILITAR DE CIUDAD UNIVERSITARIA
La ocupación de Ciudad Universitaria (CU) ocurrió el 19 de septiembre y fue justificada como una medida dolorosa pero necesaria por todos los medios informativos, El PRI apoya la invasión y expresa “solidaridad y confianza al Gobierno”, La CONCANACO apoya también lo que califica como “acción de orden”. (Castillo, 2008, p. 1)
grupos militares |
Marcelino García Barragán Secretario de la Defensa Nacional en el gobierno de Diaz Ordaz, envía una tropa al mando del del general Crisóforo Mazón Pineda, a ocupar CU y capturar a todos los líderes del Comité de la Huelga. Fueron varios grupos: El Batallón Olimpia, en el sus miembros se identifican con un guante blanco o pañuelo blanco en la mano izquierda, estuvieron en coordinación con los soldados, los funcionarios de la Dirección Federal de Seguridad, el Batallón de Infantería y el Batallón de Fusileros. Entraron el 19 de septiembre a Ciudad Universitaria mientras había una asamblea de la CNH en la Facultad de Medicina, rodearon la zona con camiones y camionetas blindados y entraron con paso firme a la Facultad buscando a los líderes, no estaban todos así que se salvan de ser arrestados. Los soldados traen lámparas luminosas y buscan entre los árboles, los edificios y los sótanos en busca de los estudiantes, maestros, empleados y hasta padres de familia, los que logran escapar en la noche lo hacen por el pedregal y los que no, son llevados a la explanada de CU.
La Procuraduría General de la República (PGR), mostró a los periodistas supuestas armas molotov que tenían los estudiantes pero en realidad era botellas de refresco con papel dentro de ellas, también declaro: " tras casi dos meses de espera paciente y de tolerancia a injurias y a actos sediciosos con elementos del Ejército Nacional (sic) recuperó la Ciudad Universitaria de manos del ‘poder estudiantil’, en una operación rápida e incruenta”.
estudiantes atrapados en explanada de C.U |
A lo estudiantes arrestados se les obliga a tener el pecho contra la explanada y otros las manos sobre la cabeza, ellos en forma de respuesta ponen sus manos con "V" de victoria para que los soldados y el gobierno sepan que la lucha no ha terminado. Los soldados los vigilan portando armas, otros se dirigen a bajar la bandera de la Rectoría, los estudiantes se levantaron y empezaron a entonar el Himno Nacional. (Fernández, 2020, p. 1)
LA MARCHA DEL SILENCIO
El silencio por parte de Ordaz era insultante, se negaba a tomar en serio a la sociedad de alumnos, evitaba llegar a un acuerdo y los calificaba como revoltosos que solo causaban inestabilidad en el país. Hizo un discurso amenazador y junto con los medios de comunicación hicieron ver a los estudiantes como los malos: "no quisiéramos vernos en el caso de tomar medidas que no deseamos, pero que tomaremos si es necesario; lo que sea nuestro deber hacer, lo haremos; hasta donde estemos obligados a llegar, llegaremos" ,el discurso fue tomado bien por senadores dispuestos a tomar en cuenta incurrir a la fuerza, mostraron presencia de tanques y soldados en el Zócalo, en las calles y en los alrededores y sedes de la Universidad Nacional Autónoma de México y del Instituto Politécnico Nacional.
Desde algunas oficinas de gobierno se diseñó una estrategia del miedo y se recurrió a propagar campañas de rumores, las casas de los habitantes del Distrito Federal recibieron volantes dirigidos a los padres de familia “para pedirles que impidieran a sus hijos la asistencia, pues, decían los anónimos, serían llevados a un enfrentamiento con el Ejército”. (Batres, 2018)
Durante la primera del mes ya había jóvenes encarcelados por mítines, incluso algunas escuelas estaban pensando en retirarse, pero el discurso del presidente los despertó, el Consejo Nacional de Huelga (CNH) no podía pasar por alto el discurso, en respuesta pacífica mostró una organización impactante, cuando realizó una convocatoria para marchar hacia el Zócalo.
marcha del silencio, Zócalo 1968 |
Era conmovedor el silencio ya que era una gran multitud, iban llenos de miedo pero también de esperanza, la gente que no marchaba, mostraba expresivas muestras de simpatía alentando a los trabajadores, estudiantes y padres de familia, que proclamaban el cumplimiento de la Constitución. La austera y responsable actitud de los estudiantes y profesores.
La estrategia del gobierno era minimizar la importancia no sólo de esta marcha, sino de todo el movimiento estudiantil, los periódicos, volantes, periódicos, cubrían los hechos con sucesos meteorológicos o de las próximas olimpiadas, pero los estudiantes mostraron una unión y fortaleza sobresaliente a pesar de la represión e intimidación que tenían.
Se escuchó la voz de 3 estudiantes que dieron el discurso de sus peticiones.
aquí nadie se rinde, movimiento del 68. |
2. las peticiones deben ser resueltas
3. el diálogo debe ser público
4. no defraudaremos al pueblo
Eduardo Valle Espinosa, El Búho, representante de la Escuela Nacional de Economía de la UNAM, motivado, lleno de júbilo y con actitud de lucha, hizo uso de la palabra y dijo:
“Somos conscientes de que el poder gubernamental puede destruirnos usando sus tanques y sus soldados. Pueden masacrar a los estudiantes y al pueblo, pero nunca, nunca podrán doblegarnos, nunca podrán convencernos de que vivir amordazados y de rodillas es el camino de nuestro pueblo”. (Barros, 2018)
El silencio se rompió cuando al terminar el discurso, miles de personas cantaron el Himno Nacional, en su cantar podía sentirse la fuerza de su lucha, el coraje y las ganas de cambiar al país para todos. Con antorchas encendidas los presentes finalizaron el mitin.
LA MARCHA DEL RECTOR
El rector Javier Barros Sierra, es el actor principal en
esta etapa del movimiento del 68, este encabezó la marcha en repudio al ataque
del gobierno a la UNAM, sucedido el día 2 de agosto de 1968.
A pocas horas del atentado contra San Ildefonso izó la bandera a media asta en Ciudad Universitaria, fue el momento en dónde pronunció su famoso discurso sobre la violación a la autónoma universitaria y encabezó la primera marcha organizada junto con miles de estudiantes -algunos calculan que tuvieron asistencia acerca de 100 mil- universitarios, politécnicos, normalistas y de la Universidad Autónoma de Chapingo, marcharon junto con el rector, profesores y funcionarios de la UNAM. Fue tan eficaz la actuación política del rector en aquellas jornadas de los primeros días de agosto que, de manera increíble, detuvo por unos días el linchamiento gubernamental en contra de los jóvenes, operando en la página de la prensa y de igual forma abrió un pequeño paréntesis de tregua en la cobertura estudiantil de los diversos medios, que a su vez permitió el espacio político para la organización de los universitarios.
Barros Sierra a lado de estudiantes |
La excepción de la jornada no provino de los grupos
empresariales, tradicionalmente alineados con el gobierno, sino de algunos sectores
de la ultraizquierda, representados en las revistas Sucesos y Por qué? Esta
última propuso una cobertura gráfica de la marcha que denostaba a la figura del
rector y en la que denunciaba en los pies de foto el "oportunismo" de
Barros Sierra, reflejado supuestamente en la decisión del funcionario de no
prolongar la manifestación hasta el Zócalo y doblar por la avenida Félix Cuevas
de regreso al campus universitario, (Troncoso, 2008)
Aunque se previa que la marcha fuera de Cuidad Universitaria
al Zócalo, esta ruta tuvo un cambio repentino después de que Barros Sierra,
recibiera informes de que los soldados y tanques del Ejército se encontraba en
las inmediaciones del Parque Hundido, localizado en la colonia del Valle para,
de esta forma reprimir las manifestaciones. Desde que el Ejército derribó el
portón colonial de la preparatoria 1 con un bazucado en la madrugada del 30 de
julio, el rector Barros Sierra había valorado la posibilidad de encabezar una
manifestación en protesta, provocando la movilización de las actividades por
parte de las escuelas universitarias, con un comunicado, pero esto no fue todo
ya que la policía, había negado en un principio el permiso para realizarla y
eso ya era señal de un mal síntoma.
El punto de partida de la manifestación, convocada a las
16:30 horas de ayer jueves 1 de agosto, fue la explanada de la Rectoría
Universitaria. A esa hora, decenas de miles de estudiantes acudieron al
llamado. Barros Sierra, acompañado por directores de escuelas, facultades
e institutos, les dio una cálida acogida. Y aunque originalmente la marcha
recorrería las calles desde Ciudad Universitaria al Zócalo, Barros Sierra
recibió información previa que lo hizo modificar la ruta. El Ejército estaba
listo para impedir el paso de la manifestación más allá de cierto límite.
Después del bazucazo en San Ildefonso, nadie podría saber cuál sería el costo
de intentar llegar al centro de la ciudad.
Así que el rector anunció a los miles de estudiantes que la
manifestación avanzaría sobre la avenida Insurgentes hasta la calle de Félix
Cuevas, en donde doblarían a la derecha para llegar a avenida Coyoacán y
regresar hacia el campus universitario.
El líder principal de estos grupos fue Barros Sierra, quien
lideraba a los grupos de estudiantes, profesores y funcionarios los cuales
apoyaban la manifestación que se realizaría ese día, buscando la justicia y
proclamando los discursos que recitaba antes de los sucesos. El objetivo
principal de este liderazgo era detener el linchamiento gubernamental hacia los
grupos de los jóvenes y obteniendo exitosamente el freno de los grupos
militares comandados por el gobierno. (Diego López, 2021)
La referencia de esta entrada es la siguiente:
López, Diego. (2021, 11, Dic). La Marcha Del Rector. Movimiento
Estudiantil de
1968. http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0187-01732008000300004
LA CEREMONIA DEL DESAGRAVIO Y LA OFENSIVA GUBERNAMENTAL
LA DISPUTA POR LAS IMÁGENES
Pleito entre estudiantes y autoridades |
La primera etapa de lo que hoy conocemos como el movimiento
estudiantil de 1968 comprende la última semana de julio y se caracteriza
gráficamente por dos elementos: el exceso de la represión materializado a
través del abuso policíaco y la presencia del ejército en el primer cuadro
capitalino, por una parte, y el protagonismo de los adolescentes, estudiantes de
preparatorias y vocacionales que se enfrentaron a los agentes del orden en
forma violenta, arrinconados en sus planteles ubicados, con algunas excepciones,
en el llamado barrio universitario del centro de la ciudad de México. La
crónica intensa de estos diez días de violentos enfrentamientos puede leerse en
el trabajo clásico de Ramón Ramírez (1969) y en la posterior
recopilación de Daniel Cazas (1993). En este lapso, las autoridades tejieron de
manera vertiginosa la teoría de la conjura como la plataforma oficial desde la
cual iba a leerse e interpretarse el movimiento, esto es, como parte de un
complot internacional de carácter comunista y financiado desde el extranjero
para boicotear los juegos olímpicos. (Troncoso, 2008)
Después, el acotamiento urbano al primer cuadro capitalino y
el énfasis en la calle como escenario privilegiado de la trifulca y el
enfrentamiento, pero también de las aprehensiones ilegales de los jóvenes a
manos de civiles y uniformados, con la temprana edad de los estudiantes
protagonistas de este primer periodo, carne de cañón de las redadas oficiales,
un punto que no debemos subestimar ya que todo el crecimiento acelerado del 68
en las siguientes semanas se monta sobre esta primera etapa, por ejemplo la
militarización del espacio urbano mencionado y las primeras reacciones de
curiosidad de la población frente a los tanques y vehículos militares
motorizados, al igual que la represión como modus operandi de las fuerzas
armadas, representada en forma límite por el llamado "bazucazo" con
que el Ejército destruyó la puerta barroca del plantel universitario de San
Ildefonso, un hecho negado sistemáticamente por las autoridades.
Casi todos los testimonios recogidos con los fotógrafos de
la época coinciden en ubicar este episodio como el momento simbólico más
representativo de esta primera etapa, que marca un salto cualitativo en el uso
de la violencia por parte del Estado. Los estudiantes recogieron este hecho
como uno de los acontecimientos fundadores que justificaron la existencia del
movimiento e incorporaron las fotos del momento en sus periódicos murales en
los días posteriores. (Alarcón, 2008)
Los dos tipos de grupos más predominantes en esta etapa son
los grupos policiacos y del Ejército los cuales, (son claramente grupos
formales ya que están definidos por características notorias), con su abuso de
fuerza y poder atacaron violentamente a los grupos de jóvenes estudiantes
(grupos informales que no tenían algún tipo de estructura formal) que marchaban
camino a la ciudadela, con esto el líder principal fue Diaz Ordaz quien
quería evitar todo tipo de conflictos antes por la llegada de los juegos Olímpicos a
México teniendo el mando en las autoridades. (Diego López, 2021)
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